Como hemos comentado en clase, los mapas que usamos para orientarnos y planificar los viajes deben ser semejantes a la realidad, con sus mismas formas aunque con un tamaño muchísimo menor, claro está. El siguiente mapa mundi es el habitual y en él la extensión de cada país es proporcional a su superficie real:Pero hay otros mapas cuya finalidad es reflejar otros datos y las formas de los países cambian. En el siguiente mapa, la extensión de cada país es proporcional a su población. Fijáos cómo han crecido India, China y Japón, territorios muy poblados; y cómo se han reducido Rusia, Canadá, Australia y Sudamérica, con grandes extensiones para poca población.
En este otro mapa, la extensión de cada país es proporcional al dinero que destina a la sanidad pública. Fijáos cuánto crecen los países más desarrollados (Europa, Japón y EE.UU.) y en qué poco queda todo el continente africano, donde apenas hay atención sanitaria.
En el siguiente mapa, la extensión de cada país es proporcional al número de niños desnutridos. Como es lógico, en muchos casos este mapa es inverso al anterior: África e India crecen mucho y el mundo desarrollado casi no se ve.
El último mapa es proporcional al número de usuarios de internet. Nuevamente se ponen en evidencia las diferencias Norte-Sur.
Datos: Worldmapper.
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