El uso cotidiano más importante de los números decimales es a propósito de los precios. Un hecho curioso es que muchas veces se descuenten 5 céntimos (¡a veces incluso 1 céntimo!) buscando un efecto psicológico en el comprador: si el precio es de 29,95 € ya no parece que sean 30 €... y no lo son pero, aunque se intente disimular, está mucho más cerca de 30 que de 20.
Sin embargo, por comodidad para los cambios, muchos vendedores redondean los precios en las décimas. Aunque así se haga, el precio se debe dar hasta los céntimos. Es decir: si algo vale 3,2 €, se debe indicar en su etiqueta 3,20 €. Son poco usuales precios tan precisos como éstos de la foto:
http://catedu.es/matematicas_mundo/FOTOGRAFIAS/fotografia.htm
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